El CRO es un conjunto de técnicas que tienen como objetivo final mejorar el rendimiento de un sitio web en relación a su tasa de conversión. De nada sirve tener mucho tráfico en tu web si los usuarios no compran.
Trabajaremos la experiencia de usuario: ¿El tiempo de carga es correcto? ¿La navegación es fácil? ¿Es un sitio intuitivo? ¿Los diferentes bloques de información están bien estructurados y siguen el orden lógico de lectura? ¿El diseño es atractivo y funcional? La primera impresión cuenta, y mucho.
Trabajaremos la información: la información del producto o servicio que queremos que adquiera el usuario, así como otra información adicional de la empresa, debe ser clara, suficiente, creíble y debe invitar a realizar la acción que hemos marcado como objetivo.
El producto o servicio que ofrecemos a cambio de la acción que deseamos debe ser atractivo y mostrarse correctamente (fotografías, vídeos demostrativos…). Otro factor importante será el precio, posibles ofertas y cómo las transmitimos (mostrando el precio anterior y el nuevo, por ejemplo).
Trabajaremos las llamadas a la acción: las llamadas a la acción deben ser claras y atractivas. Una llamada a la acción tiene que recoger lo que quieres conseguir de manera que se adapte al público y que sea diferencial. Debe incluir lo que el usuario va a obtener, por ejemplo “Regístrate en 1 minuto y empieza a mejorar tu inglés“.
Debemos ver el CRO como en la mejor forma de mejorar nuestra web con el fin de convertir más.